Verano,playa concurrida,llega un grupo adolescente de distintos sexos,14,15 años,no mas.Todos vestidos inadecuadamente para la ocasión,jean,camisas,jogging,zapatos,se miran,el agua tentadoramente calida,deciden,se desvisten,afloran sus ropas interiores,sutienes satinados,calzoncillos cuadrille,los demás, miramos,nos miramos,ellos?, dudo.Al agua chicos,chapuzón resfrescante,hilaridad desbordante,gozo. Impensado en mi época juvenil,¿Que nos frenaba? El rubor?,la vergüenza?,toda una suerte de estructuras impuestas inconscientemente en nuestro entorno que dieron como resultado aquellos comprtamientos.Y ahora?,involucionar hacia la barbarie? Quizás eslabones perdidos de nuestros antepasados,viviendo en comunidades mixturadas exponiendo cuerpos sin temor a sonrojarse,tan natural como cualquier animal advenedizo a este mundo?
Ohhhh,indudablemente esta vida se menea con ese azar probablemente imprevisto e inusitadamente incomprensible.Allà lejos los chicos aùn en el agua,miro a mi alrededor,nos miramos,se me descuelga una sonrisa de plena satisfaccion.Reconosco otras tantas.
Acorde.Gilberto Gil
Ojalá hubiéramos podido lanzarnos con al agua así, con esa naturalidad. Pero somos la generación que abrió la brecha, es importante no olvidar eso.
ResponderEliminarUn saludote.
No todo es mejor, pero por suerte, siempre se avanza. Bien por ellos!...y bien por nosotros, que en algo colaboramos...
ResponderEliminarUn abrazo!
Oiga oiga... mire que quien le escribe y sin ánimo alguno de declararme transgresor, allá por los 70, junto a la barra de Missourí y Pilcomayo supimos bañarnos en bolas en la vieja y querida Playa Honda... Allá donde desemboca la calle Mississipi. Claro que eso era cuando solo estábamos el Tano, Darío, el Gago y yo. Si estaban Cecilia, Graziana y las demás niñas, nos dejábamos los "Gino Paoli" y ellas los "Vestal" y las bombachas (no recuerdo marca alguna). Un abrazo.
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