Pedro nada,ha
tomado éste
habito cada
vez que su
cuerpo
cuerpo
soporta
la tempera-
tura del agua.
Cuando se planteò
recurrir a la piscina cerrada en los meses de invierno no
se adaptò a los aromas,temperaturas ni luces de artificio.
El habito renace apenas retoma el verano sus brios y nada.
No lo hace como otros que a su lado surcan el agua con
se adaptò a los aromas,temperaturas ni luces de artificio.
El habito renace apenas retoma el verano sus brios y nada.
No lo hace como otros que a su lado surcan el agua con
sus fisicos atleticos a ritmo sostenido por el compas del
reloj,èl nada diferente,a veces flotando boca arriba por
las noches contemplando la profundidad de esa oscuridad
abrillantada,otras bajo la lluvia,en solitario,chapuseando
abrillantada,otras bajo la lluvia,en solitario,chapuseando
entre el borboteo,feliz.Lo he visto sereno en el agua
mientras observa una bajada de sol,tambien realizando
coreografias arritmicas loco de contento.
Mi amigo Pedro vuelve asi a ese liquido que lo atesorò
Mi amigo Pedro vuelve asi a ese liquido que lo atesorò
durante 9 meses alguna vez para nuevamente ser nada
porque asi me lo dijo: No hay nada que pueda sustituir
esa sensacion tan placentera de sambullirse nuevamente
en la nada.
Y nada.....
Y nada.....
en la nada, nada.
ResponderEliminarme encanta el agua y nadar, es tan placentero y me entrega una paz inmesa.
un beso
esta precioso el texto
Nada
nmnada puede sustituir la sensación de saberse en la nada...hermoso texto.Un abrazo querido amigo
ResponderEliminarhay mi querido Yonky...cómo me identifico con tu amigo Pedro....pues ese mágico encuentro..es también el mio...bajo la lluvia...en la oscuridad de la noche...durante el despertar de un nuevo día...o al atardecer....cuántos momentos con nuestro mar compartidos...un beso enorme amor!!!...tus lineas me transportan a mis pasiones...GRACIAS...
ResponderEliminarEse es uno de los placeres que desconozco...no sé nadar! y realmente me hubiera gustado.
ResponderEliminarMe encantó el juego de palabras entre el hábito de nadar y la nada que le falta a este buen hombre cuando, precisamente, nada...jejeje
un abrazo!
Cuando era niño me dieron una beca para la piscina de la ACJ.
ResponderEliminarDe est ya hace muchos años,pero los poros de mi piel aun conservan la memoria del placer del contacto abrazador con el agua.
Sumergirme en el mar,paradojicamente,ese nadar en la enorme nada que es el mar,me reconcilia con todo.