Leyendo una revista de farándula….
Antes esta ciudad era apacible,ahora tenemos personajes como èste,dueño de restaurantes.Tenemos tipos como ese gordo parecido al que una vez desde su auto me gritó que me apresurara mientras yo caminaba sobre un paso de cebra.Tenemos la plata grande,los chicos del dinero rápido.
Tenemos los restaurantes y night-clubs de moda que ellos regentean,y los hoteles y apartamentos que son de ellos,y los asesinos y estafadores y ladrones que viven de ellos.Los comercios de lujo,los decoradores maricas,las diseñadoras de moda lesbianas,el rumor de la gran ciudad dura sin mas personalidad que la de un vasito de plástico. Allà, en los barrios elegantes el viejo y querido papá está leyendo la página de deportes frente a su ventana,sin zapatos,pensando que es de clase alta porque tiene tres autos en el garage.Mamà està frente a su tocador de princesa tratando de borrar las bolsas de sus ojos.Y el nene está aferrado al teléfono llamando a esa sucesión de compañeras de colegio que llevan preservativos en su caja de maquillaje.
Por suerte me redimo en este cuadradito de tierra,donde me sostengo por atracción gravitatoria,aspirando el necesario oxigeno para darle vida a mis organos,con la lucida conciencia que me permiten mis facultades,a las cuales agradesco,sin que ahora nadie me obligue a esperar una bala en alguna esquina.
JUAN- CELDA 204
http://thedailyplanetbloggers.blogspot.com/ Por este lugar del mundo hay otros relatos
La transformación de este espacio que nos rodea, !con lo poco que algunos necesitamos! me gusta ese cuadradito tuyo.
ResponderEliminarUn abrazo Yonky.
Ese final no lo he entendido. Pero sí lo de la ciudad cuya réplica es un vasito de plástico tan solo.
ResponderEliminarOjalá hubiera más confianza.
Tésalo
Pintas un mundo terrible- Muchos mundos y todos están en éste...
ResponderEliminarDos realidades muy relativas, la que cuenta la revista de la farándula y la de Juan el de la 204.
ResponderEliminarDos lugares que dudo sean los auténticos de cada uno y en los que cada cual no se reconoce a si mismo.
Ambos, prisioneros de realidades diferentes.
Buen crucigrama el que nos has dejado amigo.
Abrazos
No hay prisión que logre encarcelar el alma que no se deja, ni reino de apariencias que dure una eternidad. Ya caerán los escombros de lo que pretende ser eterno y poderoso y sobrevivirán, en cambio, las alas de los soñadores.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es duro lo que dices. A veces no se sabe que es verdad ni que es mentira; aunque el personaje se mete en su mundo impenetrable y desconecta de todo
ResponderEliminaren esos pocos metros cuadrados de su celda. Lo más seguro que los que están fuera merezcan estar dentro.
Un abrazo
ME GUSTÓ!!! Me colmó. Satisfizo mi curiosidad desde la primera palabra en que la hiciste despertar.
ResponderEliminarAmigo Yonki, una vez más me sorprende y me deja pensando, en este mundo tan cruel como bello, donde un señor se cree de clase alta, solo porque tiene 3 autos, u otro se cree a salvo de las balas
porque ya las disparó todas.
Un fuerte abrazo, de tu madrinita.
Cuando el Creador hizo el mundo, llegado el dia del reparto de colores, a Juan le tocó el negro y el blanco. Cada dia experimentaba una pincelada de gris diferente... de ahí la vida, toda una obra de arte para algunos, un simple borrón para otros.
ResponderEliminarBesos
Se va la segunda ... (blogger me tiene harta). Decía que elijo la primera opción porque cualquier cosa antes de estar encerrada. Total ya me las arreglaría para hacerme un espacio dentro de ese zoológico (que es bastante común hoy día por otra parte)
ResponderEliminarun abrazo
el tema cierra muy bien tu lugar en el mundo... han pasado 4 años de esta vida y con el circo recorrí el mundo así... un beso!
ResponderEliminarHola, Yonky.
ResponderEliminarNo es nada apetecible vivir en la ciudad que nos presentas. Ya ves, Juan logra vivir tranquilo en ese cuadradito de tierra, aunque esté redimiéndose.
Inquietante historia.
Un abrazo.
Maat
Un mundo terrible pero real del que nos duele saber porque cada uno de nosotros ha contribuido a que sea asi.
ResponderEliminarUn besito
Me gusta mucho como narras esa evolución que se percibe en muchas ciudades. Ocurre hasta en el pequeño y apartado barrio en que viví.
ResponderEliminarQueda´siempre el refugio del cuadradito.
Un abrazo.
sin duda alguna Raymond Chandler, siempre tuvo la pluma exàcta para describir las cosas.
ResponderEliminar