….Y YO PERDIENDO LAS HORAS
Apronto el mate y salgo rumbo a la plaza,mi lugar de lectura, sigo con Baudelaire y Kafka ,me sigue pasando cada vez que paso por la estantería y me enfrento al Quijote esa sensación de que aun no es momento de degustarlo-je,puede que haga algún curso acelerado de cata literaria antes de zambullirme de una vez por todas en él-.
Hoy el guardia de la plaza por lo que parece,recibiò una orden, a parte de estar barriendo una zona no usual del espacio físico acostumbrado, lo hace con un movimiento impetuoso en el escobillón
Luego de un rato dejando que Kafka me paseara por esos interminables túneles oscuros bajo tierra,intento salir del sofoco focalizando mi atención en un camino de hormigas que serpentea a mi lado.Sin levantarme del asiento,me entretengo colocándoles obstáculos a su camino,a veces lo que presumo alimento otras simplemente pequeños trocitos de ramitas que estorben.Me llama la atención su accionar posterior,parece que definieron mi alimento como obstáculo por lo que creo estén lo suficientemente alimentadas,aunque por lo que veo,si,acarrean las ramitas.Son comportamientos imprevisibles para mi lógica de razonamiento.
El guardia sigue ofuscado con su tarea,ahora le da un puntapié al deposito de basura,làstima,ahora vuelta a juntar desperdicios esparcidos.
Mi estado emocional no se ha recompuesto de todos estos hechos concatenados,por lo tanto decido caminar.
Lo interesante de esta plaza es que tiene un diseño un tanto anarquico,me refiero mas bien a su envoltorio natural,donde se nota muy poco la mano del hombre.
Decido perseguir un recoveco un tanto inexplorado en otras ocasiones.Aparentemente me llama la atención una enredadera que se posa con su particular entramado,como un tul por encima del follaje de un pequeño arbusto.Al circularla para observar sus detalles,por detrás,mas bien escondida,tanto que debí ayudarme con las manos para descubrirla,apareciò una flor.En contraste a las silvestres que pululan en compañía de la gramilla, ésta flor era compleja en su constitucion.Dos líneas de pétalos concentricos,unos mas pequeños que otros dispuestos en una simetría circular casi perfecta.Los estambres prolíferos en su centro,su textura carnosa y el degrade con pecas lilas en sus pétalos que iba desde el centro hacia fuera componían una estructura compacta.
Me tentó llamar al guardia para compartir mi descubrimiento,pero al verlo mirar constantemente su reloj creo haber percibido la manera diferente de perder las horas que hay entre ambos y no me animè.
MARAVILLA!!
Sentarse en una plaza y observar nuestro alrededor a veces no puede definirse como perder las horas, a veces es un descanso físico y un enriquecimiento cultural si se sabe ver más alla de lo evidente.
ResponderEliminarUn abrazo
Buen día Yonky en el jardín.
ResponderEliminarEste relato está impregnado de las lecturas que atraían al lector, también le atraía el entorno, le llamaban la atención las vidas y la atmósfera.
Las hormiguitas a lo suyo, imprevisibles, para comprederlas un poco basta meterse en la carcasa del escarabajo, aquel del libro.
"La flor del mal" es una tentación misteriosa, sensual, única, pero el guarda ¿estará esperando a Godot?
Espontáneamente, amigo, al mencionarme las lecturas las enlacé a las concretas vivencias ¿no te pasó lo mismo, queriendo o sin querer?
Como dice Manu, podríamos pasarnos horas viendo al caracol escalar una piedra, relajante y enriquecedor.
!Salve! besito.
jejejeje...perder o ganar el tiempo!...todo es cuestión del criterio con el que se lo mire!
ResponderEliminarUn abrazo.
Las hormigas no comen grasas trans; tirales pastito cortado, nomás.
ResponderEliminarMe estoy imaginando posibles diálogos entre vos y el guardia de la plaza, acerca de la proliferación de estambres de las flores.