Todo el mundo sabe que la Tierra está separada de otros astros por una cantidad variable de años luz.
Lo que pocos saben es que mi amiga está separada de mí por una cantidad considerable de años caracol.
Al principio pensé que se trataba de años tortuga,pero por poco que camine una tortuga yo hubiera terminado por llegar a mi amiga.ahora en cambio,Osvaldo mi caracol preferido,no me deja la menor esperanza.Vaya a saber cuándo se inició la marcha que lo fué distanciando imperceptiblemente de mi zapato izquierdo,luego que lo hube orientado con extrema precisión hacia el rumbo indicado.
No es que se detenga,pues me ha sido posible verificar por su huella argentada que prosigue su marcha y que mantiene la buena dirección,aunque esto suponga para él subir y bajar incontrolables montículos en ese sendero.
Lo triste es que mi amiga,sentada en la mesa de un bar,me espera allá en el otro extremo del camino.Si en vez de Osvaldo yo me hubiera servido de los años luz,ya hubieramos chocado unas cuantas copas de Cinzano,pero cuando uno cree en la amistad dulcemente,es lógico que se elijan los años caracol.Es tan difícil,después de todo, decidir cual son las ventajas y cuales los inconvenientes de estas opciones.
para una queridísima amiga de por aqui
http://callejamoran.blogspot.com/ Gus nos guia por este camino
Muy bueno. Verdaderamente es difícil saber si vale la pena o no tomar ese Cinzano.....jajaja, Quizá los caracoles sean los más sabios en tomarse su tiempo, uno ve tanto loco apurado por ahí, haciendo macanas!!!!
ResponderEliminarBesotes, buen jueves y salud!!! En algún bar de Montevideo, me tomaré un Martini esta tarde. Me parece mejor...jajaj
Intuyo lo que llamas años caracol, me gusta la idea, resulta original y buena metáfora que tal vez emplee, respetando derechos de autor, claro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buen contrapunto a los años luz, años caracol jajajaja, nunca se me hubiera ocurrido pero es una gran definición.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gustan los caracoles, se toman su tiempo y de tarde en tarde, deciden replegarse y esperar. Igual llegar a esa amistad necesite de ese tiempo de espera. !Chin Chin! Yonky.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una vez leí: ningún camino fácil te conducirá a sitios que merezcan la pena. A veces es preferible llegar a los sitios después de haber recorrido el camino que conduce a ellos de una forma pausada y reflexionando a cada paso. A paso de caracol.
ResponderEliminarUn abrazo.
Efectivamente Yonky, una vez vi un caracol y es cierto que se desplazan lentamente. Tanto, que cruzar una cuadras puede durar años. Pero a ellos no les importa, lo que cuenta es llegar y conocer a la caracola.
ResponderEliminarBrinden por mi, con esas copas de Cinzano o Martini, (lo que sea, que ambos valen
Abrazos
te había leído ayer, yoky. pero no quise comentarte. preferí digerir con suevidad, con delíte, con fruición este jueves MARAVILLOSO TUYO. así pues, permanecí en silencio en cuanto a comentarte. y ahora, las 12 y pico en esta zamora mía, te he releído de nuevo,,,,¡¡y las mismas sensaciones de belleza, de magia en cunto a las ideas descritas, se han posado en mí...por ello gracias. sin duda ninguna, lo mejor que he leído hasta ahora y ya van bastante más de la mitad del jueves...no sé, a veces , yonky, te desatas y dejas pinceladas doradas. esta es una de esas veces.
ResponderEliminarp.d.
no pasé por tu homenaje, por que decidí publicarlo en el jueves, como homenaje a ti y siendo esa manera un modo de darte las gracias...
medio beso, yonky.
vivimos la vida como una liebre corriendo sin disfrutar de lo que es realmente valioso en la vida...si me gustaria ser caracol...para no perderme momentos magicos
ResponderEliminarNunca paramos, siempre deprisa y vamos dejando atrás muchas cosas casi sin darnos cuenta que son importantes. Es entrañable tú relato, se me apetece esto de los "años caracol"...
ResponderEliminarBesos