Para
Dionisio,
por donde
ande.
Durante el tiempo que viví en la campaña,aprendí,visitándolo,como bultos tan chiquitos,los que mirando bien,formaban tanto el hombre y el rancho de a uno(cuanto mas,los dos juntos) podían dar una sombra “tan superior”.
Yo en mis años había sabido ver bultos tan y tan grandes con menos sombra que la de una aguja vertical bajo el sol del mediodia.
Además se le agregaba otra condición y era la de andarla ofreciendo a cuanto viviente andaba por ahí,medio necesitado de algo.Desde perros famélicos,hasta hombres desvalidos yo veía desfilar hacia aquellas sombras.Los veía llegar livianitos como fantasmas venidos de quien sabe donde,y los veía salir pesados,con cara de agradecidos y con mas ganas de quedarse que de partir.
Un dia,el mas triste,a Dionisio,mi vecino,lo despojaron de su rancho.Salió camino afuera con su carga.Sin protestar porque no sabia,nunca se le hubiera ocurrido protestar.No en vano corría por sus venas la sangre que corría.Una sangre acostumbrada a no recalentarse demasiado.
Años mas tarde conocí un pobladito,”Pueblo Armendía”,lo llamativo de este pueblo era que las construcciones se fueron formando en circulo desde donde surgía,en el centro,un rancho,cuyo dueño había sido según lo que me contaron,de su fundador, Dionisio Armendía
Santiago Chalar y una letra exquisitamente profunda.
Sentido homenaje...
ResponderEliminarSaludos.
Preciosa dedicatoria con tan bonito texto.
ResponderEliminarPrimavera
De tus letras siempre me siento en casa. La imagen de Repetto tan buena como la canción.
ResponderEliminarun abrazo soleadito por aquí por suerte, no?