Yo en esa época era un niño y había muchas cosas de los mayores que aun no comprendía, por ejemplo porque le daban tanta importancia a sus cargos y a sus ocupaciones,y a que era debido el concepto tan elevado que tenían de si mismos.Ellos eran fuertes y eran ellos los que ordenaban y gobernaban.No es que no jugaran.Como nosotros,tenian sus juegos,el de policía,el de soldado,el de banquero.Pero todo con un aire de seriedad e importancia como si las cosas no pudieran ser de otra manera.Todos o la gran mayoría vivían en otro mundo que el nuestro,respiraban otro aire.A menudo no eran mas inteligentes que nosotros;eran simplemente mas fuertes.¿Pero creerse superiores? me era difícil aceptarlo.Recuerdo en el cuaderno que aprendía música había una canción con este asombroso estribillo”Bienaventurados,el que es niño todavía”.A mi me parecía un misterio y me demostraba que había algo que poseíamos los niños que no poseían los mayores.
El arte de mentir y de la diplomacia lo tengo que agradecer a mi segundo curso escolar,en el que mi maestro me demostró que la honradez y la verdad no eran cualidades que habían que exigirle al alumno.Mas adelante conocí maestros dignos y respetables,pero el daño ya estaba hecho. Esto fue el principio del fin.
La vida de los mayores acabaría de caer sobre mi y por llevarme al mundo de los cálculos,de los números,del método,de las profesiones y de los empleos.
En conclusión, algo se había perdido,algo que no acertaba a definir,que echaba de menos,pero que ya no estaba conmigo y que faltaba.
Mas relatos en lo de Gus:
http://callejamoran.blogspot.com/Acompaño con una cancion infantil(entre comillas) de Maria Helena Walsh:"El reino del revés"