En esa estancia teníamos tres perros.Formaban un equipo formidable para las tareas de campo pero habían días que ellos no eran nuestros,eran de ellas.
Los perros huelen.Cualquier mujer sabe que un perro huele el jugo menstrual del pubis aunque lo aten a un árbol lejano.
Cuando la mujer menstrúa los perros despiertan,cantan a la luna del vientre que madura en la mujer,procuran su esencia.
Los colmillos blancos,el alma nocturna y luminosa huele el llanto menstrual y el hocico quiere acercarse a las estrellas negras.
Las mujeres se ruborizan.Abren las piernas.Se colocan toallas higiénicas.Disimulan la maduración interior,la voz del cuerpo.El perro huele las lagrimas de sangre femenina,el fruto espiritual de la gónada,la manzana terrible del epitelio.
La mujer se pone nerviosa.Consumen analgésicos,usan fragancias potentes,jabón neutro.Pero los perros insisten en oler.Es el instinto.
La luna vaginal ejerce una poderosa atracción sobre el olfato,una fuerza gravitatoria que los perros no pueden ignorar.Es la fecundidad de la mujer.Los hocicos tiemblan.La materia se transforma en energía.La materia se funde y fluye la energía,el zumo menstrual,la voz del vello.Grumos,coàgulos,nubes.
No puede entenderse a la mujer sin el perro.
Una historia,como la vida misma.
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Es así como la vida misma, tan bien contado, tan natural, el instinto más puro. El olor lo camuflamos, esencias, lociones, pero nada como ese olor a hombre a mujer a vida, limpia piel limpio corazón. Bello Yonky.
ResponderEliminarUn abrazo.
No sabía ese detalle!...como nunca tuve perro...!jejejeje
ResponderEliminarUn abrazo
Increíble, toda un canto a la menstruación femenina, yo todos estos años maldiciendo y pensando, el idiota que hizo los anuncios de compresas que dicen "me gusta ser mujer", tenían que haberlo encerrado antes de hacer un anuncio tan absurdo, ¡¡¡porque seguro que era tío!!!, ¿no te fastidia?, pero ¡¡¡hijo mío!!!, después de leerte, (no me puedo creer que yo vaya a escribir esto, aissssssss)...ME GUSTA SER MUJER... agggg, ya lo he dicho y me voy volando, jajajajaja, miles de besosssssssssssss
ResponderEliminarDe la querida Nataly
ResponderEliminarPara Yonky:
Olfativo, visceral, sexual, líquido, lunático, hiper masculino en el papel del perro, también melancólico, agónico, brutal relato en un tono lleno de poesía de la pura.
Muchos dicen y lo he visto, que el perro se engancha a la entrepierna del hombre, busca el reclamo del semen que le identifica, macho.
Las gatas huelen de lejos el celo del hombre y bajo la luna, maúllan.
Me gustó ese perro pastor del vídeo, me entró agrura en el estómago por la historia del eterno desprecio.
!Salve! y besitos"
No me gustan mucho las mascotas, y menos que me huelan ahí. Supongo que es normal, tienen más agudo el oído y también el olfato.
ResponderEliminarBueno, es su instinto, natural como la vida misma
Un abrazo
Instinto animal, primitivo, en su estado más puro. Contado con una magnífica prosa poética que cautiva y nos aprisiona en tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un relato fuerte, naturaleza pura, que dada nuestra situación de civilizados, cuesta asumir.
ResponderEliminarSin duda el campo,nos enseña mucho de la vida...
Cariños
Ahora se porque le tenia tanto miedo a los perros..jajaja Menudo relato, yonky. Fuerte, directo, fantástico, instintivo y erótico. Me gusta
ResponderEliminarBesos
Un relato original que toca un tema que no conocía demasiado, tengo perro pero nunca me había fijado como se ponía cuando estoy en ese estado. Lo voy a hacer.
ResponderEliminarUn beso