Lo que queda detràs de la escoba
Flacura oblonga que esperas en un rincón
las manos cuarteadas de tu poseedor.
Que barre,que limpia las noches cuajadas
de insomnios forzados por un patacón.
Que rumias la sórdida calle desvencijada.
Que lloras ya gastada y deshilachada
tu tiempo de acomodada.
Lo que esconden las palabras
Naci y crecí en un pueblo del Uruguay profundo al costado de las soledades y el silencio de los hombres.
Descubrí en ese entonces que la soledad de cada uno es intransferible e inconfundible y no se adapta a ningún molde preestablecido.Hay tantas soledades como hombres.A veces las soledades eran actitudes deseadas,conquistadas y paladeadas,otras sufridas.
Esos hombres debìan mantenerse en su sitio con dignidad,una vez que lo ha aceptado como tal.Esta seriedad ante la vida implica en ellos también una seriedad ante la muerte.
Esa soledad tiene la particularidad del silencio,en silencio trabajan,en silencio van enhebrando amistades,en silencio aman,en silencio sufren y de la misma manera pueden sentir hacia los animales como hacia las cosas o la naturaleza.
El silencio y la soledad los llevan a tener una visión solemne de las cosas que para ellos importan.
La conversación de mis tíos por ejemplo se reducía en ocasiones a un intercambio de cortas preguntas y monosílabos impuestos.
A ambos se le hacia cuesta arriba exteriorizar lo que pensaban,por apatía natural de Justino o por torpeza de Eusebio,además ninguno tenia muchos pensamientos que formular y si los tenían lo mantenían en secreto para no gastar saliva,decían.
Al cabo de mil horas decía Justino cruzado de piernas y como si comentase algún dialogo interrumpido:-….¡Si señor!....
Al cual Eusebio respondía en el mismo tono y haciendo el mismo movimiento:-¡Es verdad!...
Y eso era todo,luego volvían a descender al pozo oscuro de aquel mutismo.
Don Atahualpa orejano en su decir no las oculta.
http://jwancarlos.blogspot.com/ Por aqui mas relatos
jejjeej dos textos excelentes que nos has traído y regalado para este jueves!.
ResponderEliminarEl primero, ingenioso y elegante en su originalidad lúdica y poética. El segundo, postal precisa y preciosa de la vida sencilla y tranquila de un rincón de tu tierra a la que llevas muy adentro.
Me gustaron ambos!
Un abrazo.
Tu primer texto tiene musica,asi lo percibo yo.
ResponderEliminarEl segundo, la belleza del sonido de los silencios. Precioso.
Un beso
El poema a la escoba precioso, cargado de metáforas, tan pocas palabras que dicen tanto, el segundo, en su costumbrismo es tan inovador como revelador, puede que ellos se comunicasen solo con las miradas, puede que hoy usemos vanalmente las palabras lo que no entiendo bien, es que viniendo de ese mutismo, tú las esgrimas con tanto arte, puede que ellos las guardasen para que tú las usaras, miles de besosssssssssss
ResponderEliminarHola Yonky, te dejo el comentario de Natalia, que no ha podido trasmitirlo directamente.
ResponderEliminar"Yoncky, esto he leído sobre la soledad:
La soledad es el imperio de la conciencia. Gustavo Adolfo Bécquer.
Asumir la soledad es remar en tu barco y navegar achicando tormentas y aceptando vientos, convertirse en el único marinero y en el capitán, la responsabilidad es tuya y el sabor del silencio apacible en el corazón, también.
Nada más triste que una soledad no admitida entre dos o en una multitud, hablar a un muro o ni eso. Una reflexión muy intensa y acertada sobre la palabra dentro de uno mismo. Besitos."
he leído esta antrada...y me has llevado sin duda a miguel delibes, si puedes, lee algo suyo relacionado con lo pueblerino...me has llevado a un libro que leí hace poco y cuyo protagonista era el tío palancas, un tipo como esos dos tío tuyos, me has llevado a reconocer que a pesar de ser de pueblo, no conozco al silencioso de pueblo, me has llevado considerar que estos tipos que has dibujado por lo común suelen ser de actos más que de palabras, suelen ser no leídos pero de una sabiduría tan enorme que nunca pocré aprehenderla,
ResponderEliminarmedio beso, yonky.
Dos textos perfectos, el primero un dibujo para mi oleo o acuarela y el color que tu prefieras. Y este segundo me recordó relatos que narraba mi padre. Personas que en su sencillez más natural guardaban el secreto de un profundo conocimiento.
ResponderEliminarEl video me ha encantado que manera de decir...
Un abrazo Yonky.
La vida rural de antes estaba llena de largos silencios, lo que no quiere decir que estuviera llena de incomunicación, es cuestión de adaptación al medio. Actualmente con estas nuevas tecnologías sería impensable integrarnos en esa estructura.
ResponderEliminarSoberbiamente dibujado, Yonky
La soledad puede hacerte parco en palabras, pero no en sentimientos y quizá un monosílabo exprese más que un diálogo.
ResponderEliminarUn beso
Cuántas cosas, personas, soledades y silencios hemos degradado a utensilios en nuestros días. Deshilachados contra la pared, mientras nos acomodan. El segundo texto sólo ha terminado de convencerme de que, algunas veces, decimos más en nuestros silencios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Con tu escoba, me pondría a bailar "el baile de la escoba". Lo ubicas ahijado?
ResponderEliminarCon tu segundo relato, me hago una película entera, de esas que te conmueven por la simpleza, por la actitud, por lo próximo. Y si Don Yonki, es así....
muchos abrazos un poco más cálidos que este frío que estamos padeciendo y nos une, amigo.
El primero el poema es barbaro me gusto mucho...
ResponderEliminarel segundo hay personas que no necesitan muchas palabras para entenderse, lo malo viene por ejemplo en mi trabajo es que la herramienta basica para comunicarnos.
Beso
Yonky, pienso que hay lugares donde la soledad se siembra de silencios aceptados y bienaventurados, tal vez la sencillez de la vida da eso, menos preocupaciones y mas interiorizar...
ResponderEliminarContrasta tú escoba, alegre y dispar
Besos
(Disculpa por mi tardanza, últimamente voy muy tarde a todo...)
Describes muy bien un tipo de hombre rural, recuerdo haber visto ese tipo de hombre en un ciclo de películas suramericanas de los años 50. Gus ya lo dice, ese tipo de personas también se ven en pueblos, especialmente montañeses de España.
ResponderEliminarBuen relato, con los habituales detalles que hacen vivir la historia.
Un abrazo.