1949
Subí a mi oficina y abrí la puerta y olí el aire a encerrado y el olor a polvo. Abrí la ventana e inhale el aroma de frituras de la cafetería de al lado.Me senté al escritorio y pasé un dedo por las muescas del borde. Llené la pipa,la encendì,me eché atrás y miré alrededor.
-Hola-dije.
Le hablaba a mis muebles nada màs,los tres ficheros verdes,la alfombra deshilachada,la silla para los clientes y el artefacto de luz en el techo,con tres polillas muertas que llevaban seis meses allì.Le hablaba al vidrio opaco de la puerta y el enmaderado grasiento y la lapicera del escritorio y al viejo y cansado telèfono.Le hablaba a las escamas del cocodrilo y ese era yo,un detective privado de esta prospera comunidad.No será el tipo mas inteligente del mundo,pero es barato.Empezó barato y terminó mas barato todavía.
Aun no comprendo cabalmente lo que esta sucediendo,aunque me animo a esgrimir alguna hipótesis.
O envejecí repentinamente o mis conciudadanos allá abajo pasan por un estado espiritual inusual,diria,asi como mas equilibrado,como sin problemas.
Mmm todo se torna muy sospechoso.
Desde las ventanas,en esos tiempos,surgian estos sonidos(cabe decir que no es la version que mas me gusta)
Hay mas creativos en lo de Gus:http://callejamoran.blogspot.com/
Entonces yo tenía 1 añito, y no recuerdo mucho, pero me han contado que era así, como lo cuentas.
ResponderEliminarEn blanco y negro, con la música de Loesser colándose por la ventana de la galería.
Bienvenido de tus largas vacaciones.
Abrazos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCaray, que lejos queda eso, en el neolítico...cuando yo nací...
ResponderEliminarPero la música era como siempre...bellísima, y maravillosa.
Un besito amigo, me ha gustado tu relato.
(oerdón por el borrón de arrriba)
Con los pies encima de la mesa llena de papeles, desordenada a voluntad, mira a la ventana empañada, ese escéptico detective con la placa en la entrada, torcida, y en la calle, ¿cuando? no importa, esa gente, sospechosamente en estado de gracia, ummm. Da para sospechar, y la música de fondo da para visionar una de aquellas pelis de detectives. Me gustó el toque año cincuenta (o casi), un giro ciertamente irónico para contemplar una foto y reeinventarla sin mirarla.
ResponderEliminarTe esperábamos amigo, besitoooo.
Nostalgia y un buen relato. La vida sin colores y una música preciosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy con lo que ha dicho Natalia mientra iba pasenado por tus letras me venia a la imagen las peliculas en blanco negro de aquella epoca...uff cuantos años, todavia mis padres no habian nacido...
ResponderEliminarPrimavera
Jamás se me hubiese emparentado la imagen con esa situación ni con esa época! jejeje...curiosa es la manera en que trabajan las musas personales!!!
ResponderEliminarAbrazos!!
Que me gusta esta época, con esos detectives de tirantes y traje de mil rayas... me encanta el cine negro... y hoy he visto tu relato en cinemascope
ResponderEliminarBesos
Bogart puro y duro. Eso es lo que me ha venido a la memoria con tu relato, un Bogart decadente y desfasado que no entiende que los tiempos cambian.
ResponderEliminarQue no son mejores quizá, pero ya no son en blanco y negro. Muy bueno, saludos !
Vaya época,bastante dura. Esos detectives de película con sombrero de ala ancha tapándoles parte de la cara para hacerlos más interesantes.
ResponderEliminarExcelente descripción de la oficina
Un abrazo
Me siento jovnm porque aun ni habia nacido pero alegre de compartir esta vivencia tan bien narrada, en blanco y negro como la foto.
ResponderEliminarBesos
Uffff que lejos te han ido a buscar las musas. Bienvenido y bien hallado se te echaba de menos. Comenzaba a leer la descripción del despacho y en "las tres polillas" ya estaba imaginando el despacho de un detective de película de cine negro y como adivina no soy, está clarísimo que has hecho una descripción del entorno rozando la perfección. (y lo de “rozando” es un decir)Me ha gustado mucho tu visión de esa foto desde una ventana, ventana hacia fuera, ventana hacia dentro.
ResponderEliminarUn besillo Yonki
Veo que el descanso lo ha hecho superarse a sí mismo.... Muy buen descripción bien acompañada por una música adecuada y subyugante. Placer leero ahijado, y volverlo a ver por estos lares.
ResponderEliminarun ramillete de abrazos.
cuando he terminado de leerte, lo primero que he esbozado ha sido una sonrisa. ¿por qué? por que ahí estaba de nuevo mi compañero de los jueves, yonky.y ahí estaba de nuevo con uno de sus relatos que debería de llamar muy de yonky. me encanta poder decirte de nuevo,yonky, que me ha encantado...que el final irónico que has dejado al final es es es
ResponderEliminarmaravilloso.
bienvenido, yonky y un saludo, amigo.
Como buen detective, todo te resulta sospechoso y seguro que algo pasa, tu olfato no se equivoca.
ResponderEliminarUn beso
El aroma del tabaco de pipa, los muebles, confidentes callados, la niebla de fuera, la soldedad de dentro... sospecho que hay mucho mundo entre esas cuatro paredes.
ResponderEliminarUn beso
http://thedailyplanetbloggers.blogspot.com/
ResponderEliminarPor aquí tienes un merecido regalo
cariños de Clark y Lois
Yonki si alguna vez necesito de los servicios de ese detective, no dudare en llamarlo, despues de esa genial descripción.-
ResponderEliminarSaludos.